Mi Buenos Aires querido...

Cuando era un pibito, la Capital Federal se veía como la Meca desde el Conurbano. Cultura, servicios, educación, infraestructura, salud.

Era tanto la vangarde de la moda, como un ejemplo del cenit del progreso político y social. Así fue durante muchos años.

Hasta que un día, los porteños, eligieron a Macri y en el conurbano, empezamos a romper con el duhaldismo y con el alfonsinismo. Aparecieron intendentes sensatos y el proyecto nacional alcanzó con obras y con una profunda transformación a cada rincón de los municipios, y el concepto fue cambio. En las formas de hacer y de pensar. Y claro que falta muchisimo por hacer. Pero la brecha se achicó. Por acción de un lado del riachuelo y la General Paz y por omisión del otro.

Este sábado los porteños vuelven a elegir.

Macri se presenta nuevamente.

En cuatro años de gestión hizo poco y nada.

Sin embargo va primero en las encuestas.